De este modo, dividimos la Tierra en veinticuatro segmentos.
Deseamos ver a uno, dos, tres, diez o diez mil chelas ofreciendo fervientes llamados a la llama violeta en cada segmento. Y en especial, nos gustaría que todos los meses hagáis un esfuerzo coordinado durante la vigilia de cuarenta y ocho horas dedicada a Omri-Tas y a mí.
Será como poner vuestro dedo en el dique, pues vuestros decretos de llama violeta pueden detener el torrente de karma negativo que podría inundar esta civilización.
Permitid me aseguraros que a medida que os unáis con mi corazón día tras día, que os dediquéis a mi causa, y que yo me dedique a la vuestra, pronto podrá ser posible que algunos de vosotros entréis en la relación Gurú-chela conmigo.